23 de Julio de 2025
La gigante farmacéutica británica conocida por ser referente en vacunas contra el Covid-19, AstraZeneca ha anunciado un ambicioso plan para invertir 50.000 millones de dólares en Estados Unidos hasta el año 2030, lo que representa la mayor inversión individual de la compañía en fabricación a nivel mundial. Esta estratégica decisión incluye la construcción de una nueva planta multimillonaria de sustancias farmacológicas en Virginia, que se centrará en terapias para enfermedades crónicas, incluyendo su cartera de productos para el control de peso y el metabolismo. La empresa espera que esta inversión genere decenas de miles de empleos directos e indirectos altamente cualificados en el país.
Esta significativa inversión se produce en un contexto de creciente presión y amenazas de aranceles por parte de la administración del presidente Donald Trump sobre las importaciones farmacéuticas, un sector que históricamente había estado exento de gravámenes. El Secretario de Comercio de EE. UU., Howard Lutnick, ha señalado que estas medidas buscan «poner fin a esta debilidad estructural» en las cadenas de suministro de medicamentos nacionales, ya que, durante décadas, los estadounidenses han dependido del suministro extranjero de productos farmacéuticos clave.
AstraZeneca ya había comenzado a trasladar parte de su producción europea a Estados Unidos y, con esta nueva inversión, busca que el 50% de sus ingresos totales provengan del mercado estadounidense para 2030, en línea con su objetivo de alcanzar los 80.000 millones de dólares en ingresos anuales. Además de la planta de Virginia, la inversión abarca la expansión de instalaciones de investigación y desarrollo en Maryland y Massachusetts, así como la ampliación de la fabricación de terapias celulares y otras especialidades en California, Indiana y Texas, reforzando la innovación y la capacidad productiva en EE. UU.