5 de Septiembre de 2025
El sistema de transporte masivo Metrolinea de Bucaramanga, operado con buses articulados y biarticulados, enfrenta una posible transformación radical. Las autoridades locales evalúan reemplazarlo por un sistema de tranvía eléctrico, argumentando que este modelo sería más eficiente, sostenible y económico a largo plazo. La propuesta surge tras años de problemas operativos y financieros con el Metrolinea, incluyendo altos costos de mantenimiento y limitada capacidad de pasajeros.
El tranvía se presenta como una solución tecnológica moderna que reduciría los tiempos de viaje, disminuiría la congestión y mejoraría la experiencia del usuario. Además, al ser eléctrico, contribuiría a la reducción de emisiones contaminantes y alinearia a la ciudad con tendencias globales de movilidad sostenible. El proyecto contempla una red inicial que conectaría las zonas más críticas de la ciudad, integrandose con otros modos de transporte.
Sin embargo, expertos cuestionan la viabilidad del proyecto debido al alto costo inicial de implementación, la necesidad de excavación y obras de infraestructura complejas, y el impacto temporal en la movilidad durante la construcción. También se señala que Bucaramanga requiere estudios técnicos detallados para definir rutas, demanda real y fuentes de financiamiento, ya que dependeria en gran medida de recursos del gobierno nacional.
La decisión final aún está en debate, y se espera que en los próximos meses se definan los estudios de factibilidad y el modelo de negocio. Mientras tanto, usuarios y ciudadanos exigen transparencia en el proceso y soluciones inmediatas para los problemas actuales del Metrolinea, que afectan su vida diaria. El futuro de la movilidad en Bucaramanga podría dar un giro histórico si se opta por el tranvía, pero requiere planificación rigurosa y consenso social.
