30 de Septiembre de 2025
Resumen AI: El Presidente Petro reiteró ante la Junta de Estupefacientes de la ONU que la lucha en Colombia es contra las estructuras narcotraficantes, no contra la droga o los eslabones débiles. Criticó el enfoque represivo de décadas y propuso un nuevo paradigma basado en regulación, salud pública y cooperación internacional. Enfatizó que perseguir a campesinos y consumidores ha fracasado, y que la solución requiere atacar los grandes capitales del crimen y ofrecer alternativas a las comunidades.
El Presidente Gustavo Petro reiteró, durante una reunión con la Junta de Estupefacientes de Naciones Unidas en Bogotá, que la lucha del Gobierno Nacional se centra en combatir a las estructuras narcotraficantes y no contra la droga en sí misma o los eslabones más débiles de la cadena. Sostuvo que la estrategia actual está enfocada en desarticular las redes criminales que controlan el negocio, las cuales representan una amenaza para la seguridad y la soberanía del país, y no en perseguir a los campesinos o consumidores.
El Mandatario criticó el enfoque represivo de la guerra contra las drogas de las últimas décadas, señalando que ha generado violencia, corrupción y afectado principalmente a los más vulnerables. En su lugar, propuso un cambio de paradigma basado en la regulación y la salud pública, argumentando que es necesario tratar el consumo como un problema de salud y no como un delito, para reducir el daño social y desfinanciar a las organizaciones criminales.
Petro destacó la importancia de la cooperación internacional para abordar el problema global de las drogas desde una perspectiva diferente, que priorice los derechos humanos y el desarrollo territorial. Hizo un llamado a los países consumidores a revisar sus políticas y a trabajar conjuntamente en estrategias que ataquen los grandes capitales del narcotráfico y no a las comunidades rurales que dependen de los cultivos ilícitos por falta de alternativas.
Finalmente, el Presidente recalcó el compromiso de Colombia con la paz y la búsqueda de soluciones estructurales, vinculando la superación del narcotráfico con la implementación integral del Acuerdo de Paz. Subrayó que sin opciones legales y sostenibles para las comunidades, no será posible romper el ciclo de violencia y marginalización asociado a la economía de las drogas.