En Bucaramanga está ocurriendo algo que no nace desde la política tradicional, sino desde la propia ciudadanía: la gente está convocando reuniones por su cuenta, abriendo espacios de diálogo y dirigiendo llamados directos a quien consideran capaz de recuperar el rumbo de la ciudad.
La evidencia más reciente llegó desde el CDA Ciudad Bonita, donde trabajadores y usuarios redactaron una carta espontánea dirigida al Barbas. En ella expresan un clamor compartido: que la autoridad y el orden regresen a Bucaramanga. No fue una invitación formal, sino un gesto nacido del cansancio y de la preocupación por el deterioro de la convivencia y la pérdida del control institucional. Durante la visita, los asistentes aprovecharon para plantear preguntas directas sobre seguridad, movilidad, empleo y el abandono del espacio público.
Lo ocurrido en el CDA no es un hecho aislado. En distintos barrios, negocios y espacios de trabajo, las personas se están organizando para expresar sus preocupaciones y convocarlo. La ciudadanía decidió no esperar. Está tomando la palabra. Está pidiendo liderazgo de un Alcalde BUENO.
