El gobierno de Colombia, a través de su ministro de Defensa, expresó su preocupación ante la posibilidad de que Estados Unidos esté considerando o planificando una acción encubierta en territorio venezolano. Esta inquietud se basa en informaciones públicas y declaraciones de funcionarios estadounidenses que han señalado la opción de emplear operaciones encubiertas en otros países como método de política exterior. La posición colombiana fue dada a conocer durante una rueda de prensa, reflejando la alarma que genera esta posibilidad en la región.
Frente a este escenario, Colombia ha sido enfática al rechazar cualquier acción militar como solución a la compleja situación que vive Venezuela. Las autoridades colombianas insistieron en que la vía para resolver cualquier diferencia o conflicto internacional debe ser el diálogo diplomático y los canales multilaterales, descartando de plano la intervención armada. Este posicionamiento subraya el principio de buscar soluciones pacíficas y dentro del marco del derecho internacional.
La postura de Bogotá destaca la profunda preocupación por la estabilidad regional, ya que una acción de este tipo tendría consecuencias impredecibles y potencialmente devastadoras para toda la zona. Colombia, como vecino fronterizo y principal receptor de migrantes venezolanos, es particularmente vulnerable a cualquier convulsión que se genere en Venezuela. Por ello, urge a la comunidad internacional a priorizar la estabilidad y a apostar por la diplomacia para evitar una escalada de tensiones con un costo humano y político incalculable.

































