29 de abril de 2025
El 28 de abril de 2021, Colombia amaneció distinta. Lo que comenzó como una protesta contra una reforma tributaria y otras medidas nefastas tomadas por el entonces gobierno de Iván Duque desde la pandemia, se convirtió en uno de los movimientos sociales más importantes de nuestra historia reciente. En las calles se escuchó un grito de una generación que se cansó del abandono, la desigualdad y el abuso de poder. Fueron las juventudes, las madres, las y los trabajadores, estudiantes, artistas, Juan y Juana Pueblo quienes alzaron la voz por una vida digna, salud, educación, empleo, paz y la posibilidad de un futuro con sus derechos.
Pero también fue un estallido marcado por la violencia, la respuesta del Estado fue la represión. Más de 80 personas asesinadas, 103 personas con lesiones oculares, miles de heridos, desaparecidos, centenares judicializados que, a cuatro años, la mayoría de estos crímenes siguen en la impunidad, y la violencia sistemática contra la protesta social continúa siendo una deuda dolorosa del Estado con su pueblo. Por eso, hoy, también exigimos la instalación de una Comisión de la Verdad que esclarezca a fondo los hechos ocurridos durante el Estallido Social.
Hoy, esa memoria sigue más viva que siempre, porque el Estallido Social no fue solo un momento, fue la apertura al cambio, a la esperanza y la manifestación del poder del pueblo. Ese mismo que hoy se debe preparar para volver a expresarse, esta vez, a través de una Consulta Popular como herramienta democrática para poner en manos de la gente lo que el Congreso se ha negado a debatir con seriedad, como es su deber: la reforma a la salud y laboral.
La Consulta Popular no es ajena al Estallido. Es, en muchos sentidos su continuidad. Lo que hace cuatro años se exigió en las calles, hoy podría empezar a hacerse realidad a través del voto de todas y todos. Si nos levantamos para resistir, también lo podemos hacer en la pedagogía y el voto.
¡Vamos por eso! No podemos permitir que los mismos de siempre, los que usan los medios para desinformar, estigmatizar y manipular, conviertan esta oportunidad en un campo de miedo. El reto es convertir la memoria en acción y decisión.
Hoy decimos: del grito en las calles al voto en las urnas. Porque la dignidad también se escribe marcando un “SI” a todo en la Consulta.
Y no se puede dejar pasar la oportunidad para seguir manifestando nuestra solidaridad a quienes siguen privados injustamente de la libertad por haber alzado su voz. ¡Exigimos su liberación inmediata!
