4 de Abril de 2025
La ratificación del acuerdo de Escazú es urgente y fundamental no solo para avanzar en la protección de los defensores territoriales en América Latina y el Caribe, sino también para fomentar la participación de los jóvenes en causas ambientales, afirmó un grupo de activistas.
El Acuerdo de Escazú, consensuado en 2018 por 24 países, es el único tratado ambiental de América Latina, pionero en el mundo en la protección de los ecologistas, y sigue pendiente de ratificación en ocho países, entre ellos Brasil, Paraguay, Perú y Venezuela, lo que compromete su fortalecimiento e implementación.
“Escazú es referencia en la protección de defensores, pero también tiene entre sus directrices la participación social en los espacios de toma de decisión. Por eso, las juventudes están movilizadas para avanzar en su ratificación”, destacó en una entrevista con el líder indígena Jarê Aikyry, director ejecutivo de la mayor red de jóvenes activistas de Brasil, Engaja Mundo.
Aikyry señaló que con la ratificación, los países se verán obligados a ofrecer herramientas y mecanismos que posibiliten una mayor participación de las juventudes movilizadas en los procesos de construcción de políticas públicas y socioambientales que impactarán su futuro.
El director de Engaja Mundo resaltó que Escazú ha acortado distancias en la región y se ha convertido en un instrumento de unión, intercambio de experiencias y lucha colectiva por derechos.
“Son territorios que tienen una similitud histórica, territorial y socioeconómica gigantesca (…) Muchos también tienen dificultades con la transparencia, además de índices muy altos de asesinatos de defensores. Entonces, Escazú permite que nos identifiquemos como Latinoamérica”, añadió.
