23 de mayo de 2025
El precio-calidad sigue siendo el factor más importante para los consumidores colombianos, pero nuevas propuestas están ganando terreno al momento de decidir dónde hacer sus compras. Así lo confirma la segunda edición del Índice de Preferencia del Retail (RPI) en Colombia, elaborado por dunnhumby, empresa de ciencia de datos del consumidor.
El informe evalúa a 21 cadenas de retail, tanto físicas como digitales, combina desempeño financiero con conexión emocional de los clientes para determinar su nivel de preferencia. Los resultados muestran que, en un entorno aún impactado por la inflación y la competencia de los hard discounters, los consumidores valoran cada vez más elementos como la calidad, la variedad, la experiencia de compra y la fidelización.
Los siete minoristas mejor posicionados en el ranking son D1, Ara, Mercamio, Éxito, Alkosto, La Vaquita y Olímpica. Todos destacan por su balance entre penetración de mercado, participación y conexión emocional con el cliente. Estas cadenas aun enfrentan desafíos, desde mejorar la experiencia en tienda hasta avanzar en digitalización o fortalecer su propuesta de valor.
El estudio comparte que el 47% de la preferencia del consumidor se explica por precio y promociones, mientras que la calidad y variedad representan un 39%. “Esto muestra que no basta con competir en precio, hay que construir estrategias integrales y sostenibles”, afirma Andrés Hernández, Head of Country de dunnhumby Colombia.
D1 y Ara no solo lideran en preferencia, sino también en métricas del mercado. Con un alcance superior al 75%, estos formatos superan por 13 puntos porcentuales la captación de gasto frente al promedio nacional y registran un 5% más de recomendación por parte de los consumidores.
En contraste, las cadenas convencionales, aunque logran llegar a más del 35% de la población, apenas superan por 2 puntos la media en gasto y por 3 en conexión emocional. Estos datos confirman que la diferenciación no depende únicamente del alcance, sino de la percepción de valor y cercanía con el cliente en el día a día.
Según Hernández, muchos retailers carecen de herramientas adecuadas para medir el impacto real de sus estrategias. “Necesitamos decisiones más inteligentes basadas en datos, que permitan diseñar promociones efectivas, mejorar la percepción de valor y construir relaciones sólidas con los clientes”, concluye.
