16 de abril de 2025
Por: Luis Alberto Albán Urbano / Representante a la Cámara por el Valle del Cauca Partido Comunes
En los últimos días, se ha instalado un ambiente que parece dar por hecho que las curules de quienes firmamos la paz llegarán a su fin sin mayor discusión. Es como si su existencia fuera un asunto transitorio, pasajero, una excepción que ya cumplió su ciclo. Esa forma como se está dando por hecho el fin de las curules no solo es injusta, también es peligrosa. No se puede hablar de reconciliación sin garantizar las condiciones políticas para la participación de quienes firmamos la paz.
Y los medios de comunicación reafirman esa narrativa. Sí, hay un parágrafo transitorio, sí, hay fechas, pero no puede ignorarse el contexto: las y los firmantes de paz seguimos siendo parte activa del país, cumpliendo lo acordado y honrando nuestra palabra. No hemos renunciado a la lucha política, ni al trabajo organizativo con las comunidades. Y no lo haremos.
Desde el Partido Comunes y ahora con la propuesta política de Unitarios, insistimos en avanzar hacia una democracia real, incluyente. Queremos seguir participando en las elecciones y vamos a trabajar por mantener nuestra personería jurídica, porque creemos en ese camino y en que es posible. Pero también somos claros: nuestra existencia política no depende de un sello o de una curul. Si no lo logramos, seguiremos trabajando con la misma convicción.
Porque esta contienda no es por una sigla o únicamente por una casilla en el tarjetón. Es por la posibilidad de construir un país distinto, con justicia social, más humano y garante de los derechos de Juan y Juana Pueblo. Sabemos que han habido tiempos perdidos por la falta de implementación del Acuerdo, pero no es el lamento lo que guía nuestro accionar. Nos guía la esperanza, el trabajo y la convicción por una Colombia en paz.
Por eso, reafirmamos: seguimos en pie. Vamos a estar en el Congreso y en las calles, en las veredas y en los barrios, con o sin personería. La paz se construye. La política no se extingue.
