19 de Febrero del 2025
Un italiano mientras trabaja a las afueras de la Ciudad Vaticano, ve la ventana desde la que el Papa Francisco saluda a los peregrinos los domingos. Como muchos de ellos, se pregunta si algún día el rostro que emerge de esa ventana será negro o asíatico. “Si Estados Unidos pudo tener a Barack Obama como presidente, seguramente el próximo Papa puede ser africano”, dice. “Ese es mi sueño. Eso es por lo que estoy rezando”.
Hace poco, se difundió una lista de posibles sucesores del papa Francisco, analizando su orientación hacia la Iglesia Católica progresista o conservadora, la cual fue representada por Benedicto XVI en su momento. A continuación, te presentamos algunos de los candidatos más relevantes:
- 1 – Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67 años) Es un arzobispo destacado dentro del sector progresista de la Iglesia Católica. Fue arzobispo de Manila y en 2019, el Papa Francisco lo nombró prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Su enfoque pastoral se basa en la misericordia, la inclusión y la justicia social.

- 2 – Matteo Zuppi (Italia, 69 años) Es arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana. Es considerado un cardenal progresista, cercano a la Comunidad de Sant’Egidio, conocida por su labor en la mediación de conflictos y su compromiso con los más pobres.
- 3 – Peter Kodwo Appiah Turkson (Ghana, 77 años) más conocido como Peter Turkson, es un cardenal católico ghanés. Es el actual canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias y de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales.

- 4 – Pietro Parolin (Italia, 70 años) El secretario de Estado del Vaticano es una figura influyente dentro de la Curia. Aunque se le reconoce por su diplomacia y pragmatismo, su posición lo coloca entre los moderados.
- 5 – Willem Eijk (Países Bajos, 71 años) Es arzobispo de Utrecht y un teólogo tradicionalista. Se mostró contrario a las reformas del papa Francisco en cuestiones de moral sexual y la comunión para los divorciados vueltos a casar, alineándose más con la visión conservadora de Benedicto XVI.
El proceso utilizado por la Iglesia Católica para elegir a su líder permaneció prácticamente inalterado durante más de 800 años.
Este sistema, conocido como «cónclave papal», será empleado nuevamente cuando llegue el momento de elegir a un nuevo pontífice. A pesar de que se considera un proceso democrático, el énfasis está en realizar múltiples rondas de votación para lograr un consenso claro entre los cardenales.
Según las normas vigentes, solo los cardenales menores de 80 años pueden participar en la votación. Los requisitos oficiales para ser pontífice son ser hombre y católico, aunque en la práctica, la elección siempre recayó sobre los cardenales.
El proceso comienza con una misa matutina especial, tras la cual los 120 cardenales habilitados se congregan en la Capilla Sixtina, lugar donde se llevan a cabo los cónclaves papales desde 1858.
Una vez dentro, los cardenales pronuncian la palabra «extra omnes», indicando que todos los demás deben abandonar la sala, y se encierran para llevar a cabo la elección.
El resultado de la primera votación no siempre se obtiene de inmediato. A lo largo de varias rondas, los cardenales van descartando candidatos, combinando discursos, oraciones, reflexiones y negociaciones políticas.
Para que un papa sea elegido, debe obtener una mayoría de dos tercios. Si esto no ocurre rápidamente, las rondas de votación continúan hasta que un solo candidato logre el mínimo necesario.
